miércoles, 27 de agosto de 2008

“La apropiación y el deseo de lo divino”

A lo largo de la historia el ser humano ha tenido una búsqueda por encontrarle un sentido a la vida, a las cosas, al ser pero esta búsqueda muchas veces se desvía por caminos equivocados, como el camino de la apropiación ya que el ser humano se a querido apropiar de las diferentes cosas. Desde verdades absolutas, dioses, planetas, la Tierra, países, naciones, personas, hasta tratar de llegar a sus sentimientos; como la alegría, la tristeza, ya sea por medio de sistemas políticos, como por medio de personas que hacen el mal. Una de las cosas que no deberíamos apropiarnos es de los sentimientos, especialmente el mas fuerte que es con el universo y con el ser humano, del que une a todos, de un sentimiento que trasciende cualquier frontera, del sentimiento que le da energía vital a las personas, un sentimiento que nos hace evolucionar, nos hace vibrar, nos ayuda a estar en paz, sentimiento divino que nosotros identificamos como amor. ¿Por qué tenemos que llegar a apropiarnos de este sentimiento, de donde viene nuestra inseguridad, que necesita apropiarse de todo? ¿Es un sentimiento o es el deseo de siempre querer más?

Cuando el hombre ama, es algo incondicional, es sin esperar nada a cambio. Por otro lado el deseo, es aspirar a más, nada te llena, por que necesitamos estar constantemente satisfaciendo nuestras necesidades, nuestros deseos. Por lo tanto ¿Estamos amando o estamos deseando el amor?.
Es una pregunta muy confusa, ya que muchas veces deseamos estar con alguien, para sentirnos plenos, pero al desearlo perdemos la capacidad de hacerlo. Lo mismo que pasa al comprometernos, y ponerle un nombre a las “relaciones”, ya que con estos “contratos de amor” realmente deseamos el amor incondicional del otro y no recibimos naturalmente el amor del otro. Ese deseo de pololear, ese deseo de casarse, demuestra que somos incapaces de escapar del deseo y de recibir la vida de la forma que venga, sin crear necesariamente la ilusión de un final feliz para cada relación.

Por otra parte esta apropiación del amor se ve reflejada en la acción de comprometernos, ya que al no preocuparnos tanto de nosotros mismos, de nuestro ego, de nuestras falencias, de nuestra mascara tendemos a buscar algo fuera de la persona que amamos, en este caso el pololeo o un matrimonio, para que nos garantice seguridad incondicional, tapando así todo lo que nos hace falta en cuanto al ser de nosotros y además dándole condicionando racionalmente a algo que es completamente emocional, como lo es el amor. Desde aquí es por donde empiezan a desvincularse lo que es el amar con el deseo de amar, ya que la mayor parte de las veces deseamos que nos amen de cierta forma y con ciertas condiciones. Esto refleja a su vez, el porqué se crean sentimientos como los celos, ya que partimos desde una base sin cimientos al hacer del amor bajo condiciones racionales. Sera tan difícil amar por amar, porque esta dificultad con la pareja, será porque la mayor parte de las veces nos preocupamos primero de amar a los otros “incondicionalmente” sin amarnos primero a nosotros mismos, haciéndonos cariño, trabajando nuestras propias carencias y encargándonos primero de nuestra propia sanación.

Deseamos el amor, creamos contratos irracionales para tapar nuestras inseguridades, faltas, incapacidades, creando así la ilusión de que con la palabra; matrimonio, pololeo, noviazgo, podemos darle seguridad a nuestras vidas y a nuestro no crecimiento personal. Personalmente invito a las personas de este mundo a desarrollar y acoger su yo interior, para así crear una seguridad consigo mismo real y pura, sin tener que recurrir a los deseos y a la apropiación de los sentimientos, especialmente de algo tan divino como el amor. Ya que aunque muchas cosas que hay en nosotros, nos producen miedo o pena, están y seguirán existiendo con o sin otro ser, por lo que no tengamos miedo o terror a la pena, a darnos cuenta del daño que nos hacemos y hacemos a los demás, seamos valientes y sanemos nuestras vidas, amándonos incondicionalmente a nosotros mismos, para así ser capaces de amar sin desear, sin apropiar, solo amando por amar..


Con mucho amor para todo el que quiera leerlo

martes, 5 de agosto de 2008